Administrando incertidumbres y expectativas

Reflexiones y reseña del Seminario del Litio de Jujuy. ¿Cómo fue el encuentro que congregó a referentes políticos, empresariales y diplomáticos relacionados con la creciente industria?

[OPINIÓN]

Por Martín Hazan – Director Ejecutivo de Minería es Futuro

El nuevo seminario de Litio que se realizó en Jujuy el 9 y 10 de octubre fue un termómetro del sube y baja que está viviendo la industria minera.

La noticia de la compra de Arcadium Lithium por parte del gigante Rio Tinto, no solo dominó las conversaciones, sino que abrió pista a diversas elucubraciones.

Con el precio del litio en mínimos históricos y el freno a inversiones que fueran anunciadas con bombos y platillos, la adquisición de la empresa productora de litio que más operaciones tiene en Argentina, es un reflejo del atractivo que este mineral sigue teniendo como factor clave de la electromovilidad a la que el mundo se dirige.

Está claro que, aun para la generosa billetera de Rio Tinto, es una gran oportunidad adquirir una operación que pocos años atrás le hubiera costado más cara.

La noticia confirma que el Litio esta más barato que su valor real y que los grandes inversores siguen apostando a su potencial.

Otro tópico destacable del Seminario fue la impresionante delegación de visitantes europeos, que desde distintas perspectivas y especialidades dejaron en claro que Europa apuesta al litio y no quiere ceder terreno en una disputa en la que chinos, americanos, australianos y coreanos vienen jugando cartas importantes.

Muchos y variados expositores franceses, alemanes españoles e ingleses, ocuparon el escenario de la expo y compartieron su entusiasmo.

Otro de los factores de incertidumbre que rondan el sector son los que sigue generando el gobierno nacional.

Es claro que el RIGI ha sido muy importante y va a jugar un papel decisivo en la atracción de inversiones.

Sin embargo, algunos inversores manifestaron que necesitan por parte del Estado un rol activo en la generación de políticas públicas que acompañen el desarrollo de las provincias y las comunidades.

Es el Estado el que debe asumir el rol de controlar la sustentabilidad de los procesos.

Es el Estado el que debe promover las obras públicas esenciales para que el fruto de las inversiones se vea reflejado en mejoras para las comunidades.

Si bien ningún orador fue enfático en esta postura sobre el escenario, varios lo pusieron en evidencia en sus ponencias y lo destacaron en los breaks.

Me sorprendió el lleno total con casi 1.400 personas presentes en el Conectar Lab de San Salvador de Jujuy, a pesar de la lluvia que no dio respiro en los dos días del evento.

En el cocktail de inauguración muchos se impresionaron con la vanguardista remodelación del Cabildo de la ciudad.

Una nueva joya jujeña que muestra hasta donde llegan los beneficios de la minería.

Dejamos para el final el combate de fondo que se vivió en el evento y que viene marcando el ritmo de la industria en los últimos meses, y es el que vienen protagonizando los proveedores, nucleados en distintas cámaras, locales, regionales, provinciales y nacionales.

Y a esa segmentación hay que sumarle el conflicto entre los grandes actores y las pymes del sector, sin dejar de mencionar la avanzada de proveedores chilenos y peruanos (entre otras nacionalidades).

Esta pelea tiene un lado positivo, porque refleja la llegada de inversiones de peso en infraestructura y servicios y todos quieren morder su parte.

Sería ingenuo pensar que este proceso pueda darse de manera consensuada y diplomática.

En algún momento todos muestran sus garras para defender su “pedazo” (Ratones dixit).

Y a nadie se lo puede tildar de desleal por tratar de impulsar su negocio.

Pero como dice el título de esta columna, hay que saber “administrar incertidumbres y expectativas”.

Lo dijo Roberto Cacciola, presidente de CAEM, la cámara de empresas mineras de las Argentina, en la apertura del evento.

Los procesos de inversión y desarrollo llevan su tiempo y todavía hay muchas etapas que superar. Tiempo al tiempo.

En los próximos meses y eventos, seguramente se va a incrementar el ruido en torno a lo que podemos llamar “la batalla de los proveedores”.

Sobre el final del evento, Daniel Jimenez, de Galan Lithium, tiró la piedra con su delicado acento chileno y lanzó “no me maten por lo que voy a decir, pero si solo se pueden contratar proveedores y mano de obra local, el desarrollo de esta industria se va a demorar, y se van a perder grandes oportunidades. Oportunidades que significan mucha plata”.

He tratado de ser breve y fracasé.