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Minería es Futuro

Calcatreu: cómo es y qué impacto tendrá la mayor apuesta a la minería de Río Negro

Calcatreu: cómo es y qué impacto tendrá la mayor apuesta a la minería de Río Negro

El secretario de Minería de la provincia, Joaquín Aberastain Oro, habló con Minería es Futuro. En qué instancia está el proceso y cuántos puestos de trabajo estima que se crearán. ¿Qué va a pasar con el agua?

Por Diego Landi

Es la punta de lanza de la minería en Río Negro. Calcatreu, un proyecto de oro y plata de baja sulfuración que está a 60 kilómetros al sur de la localidad de Ingeniero Jacobacci, está avanzando a pasos firmes a una etapa decisiva en la provincia gobernada por Alberto Weretilneck.

El mandatario provincial había picado en punta para adherir al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) y le sacó a la provincia de Buenos Aires una mega inversión por una planta de Gas Natural Licuado, que se estima demandará U$S 30.000 millones de inversión. Esa jugada hábil fue en el plano de la energía.

En lo que respecta a la minería, el distrito patagónico no quiere quedarse atrás y ansía atraer capitales y dinamizar su economía.

Para eso avanzó en un proceso político, legislativo, técnico, de discusión social y de trabajo en conjunto con actores de distintos sectores con el fin de profundizar el perfil de una provincia minera abierta a las inversiones.

“Hay una decisión muy clara sobre hacia dónde quiere ir el gobierno provincial. Hay un mensaje muy claro. Apostamos al desarrollo productivo”, afirma en diálogo con Minería es Futuro, el secretario de Minería de Río Negro, Joaquín Aberastain Oro.

Joaquín Aberastain Oro, secretario de Minería de Río Negro.

El funcionario destaca que el proyecto Calcatreu es “la garantía que se necesita para poner en prioridad los proyectos exploratorios” y que esto “traiga mayor inversión en la provincia, que es lo que hoy estamos buscando”.

El proyecto Calcatreu está, desde 2017, en manos de Patagonia Gold S.A., empresa de capitales nacionales, propiedad de Carlos Miguens Bemberg, ex dueño de cervecería Quilmes y miembro de la Asociación Empresaria Argentina. El anterior dueño era Pan American Silver.

Se estima que desarrollar la operación, a lo largo del ciclo de vida total del yacimiento, demandará una inversión de entre 200 y 250 millones de dólares.

En el plano laboral, generará 300 puestos de trabajo calificado directos 400 puestos de trabajo indirectos. Y se pasaría de un sueldo promedio de 600 mil pesos a sueldos que superarán el millón y medio de pesos.

“Va a tener un impacto muy grande en la región”, recalca el funcionario rionegrino.

Y agrega: “Todo esto conlleva el control, la sustentabilidad, apostar al empleo local, cumplir compromisos nacionales e internacionales que tengan que ver con materia ambiental, de trabajo local y del respeto de las comunidades originarias, que para nosotros es muy importante”.

El 30 de agosto se realizará una audiencia pública en el polideportivo de Ingeniero Jacobacci, una localidad de 10 mil habitantes, que está cada vez más interesada en saber más de minería y en dimensionar cuánto impacto generará en la microeconomía de sus pobladores.

Una de las preguntas recurrentes es sobre el uso del agua. Desde la provincia están confiados en que a partir de un cambio en la ingeniería para utilizar el recurso de una manera más sustentable se ve más cercana la aprobación de la iniciativa y así se iniciaría el camino hacia la mina, que  tiene una vida útil de 5 años a partir de finalizada la etapa de construcción.

“El recurso hídrico se cuida a rajatabla. Se busca la estabilidad en la ecuación hídrica y que la toma de agua en ese acuífero no perjudique a la población”, remarca Aberastain Oro.

Y agrega: “El proyecto tiene una disminución del 83% del uso del agua. También el método nuevo, de circuito cerrado, cumple con los estándares internacionales”.

Hay múltiples actores sociales, incluidos académicos y sectores ambientalistas, observando los estudios y poniendo énfasis en la necesidad de hacer minería sustentable.

-¿Qué expectativa tienen con el proyecto Calcatreu?

-Hay muchísimas expectativas. No solamente en la comunidad. Todos queremos poder desarrollar un proyecto que traiga inversiones a la localidad de Ingeniero Jacobacci a través de un desarrollo local y, sobre todo, de empleo de calidad.

Eso es lo que hoy están esperando las zonas donde tenemos los proyectos más desarrollados, en este caso, puntualmente, Calcatreu.

Desde el Gobierno provincial tenemos muchas expectativas también porque hemos trabajado muchísimo. Uno de los ejes centrales del gobierno es tener como política pública el desarrollo de la industria minera.

Tuvimos muy buenas noticias este último tiempo de la confirmación de la instalación de la planta de Gas Natural Licuado. Se empieza a materializar todo el esfuerzo de estos últimos años.

También hay mucha expectativa por parte de las empresas que eligieron Río Negro para para invertir, para desarrollar sus proyectos mineros.

El proyecto Calcatreu es la garantía que se necesita para poner en prioridad los proyectos exploratorios y que esto traiga mayor inversión en la provincia, que es lo que hoy estamos buscando.

Todo esto conlleva el control, la sustentabilidad, apostar al empleo local, cumplir compromisos nacionales e internacionales que tengan que ver con materia ambiental, de trabajo local y del respeto de las comunidades originarias, que para nosotros es muy importante.

Autoridades provinciales visitando el Proyecto Calcatreu.

-Mencionó usted un cambio de ingeniería. ¿Cómo es y cómo impacta en el medio ambiente y en los reclamos por el agua en la región?

-Responde a uno de los ejes centrales de nuestra política y de nuestras exigencias, que es el uso racional de los recursos naturales e hídricos.

El proyecto tiene una disminución del 83% del uso del agua. También el método nuevo, de circuito cerrado, cumple con los estándares internacionales. No solamente por obligación sino por percepciones de la comunidad.

El recurso hídrico se cuida a rajatabla. Se busca la estabilidad en la ecuación hídrica y que la toma de agua en ese acuífero no perjudique a la población.

La Línea Sur es una zona que siempre apostó a otro tipo de desarrollo productivo que es el ganadero. Está sufriendo una crisis hídrica. Caen entre 180 y 200 milímetros anuales, que no abastece a la necesidad de todos los pobladores de La Línea Sur.

El tabú de esta falta de agua con la puesta en marcha de un proyecto minero tuvo aparejado un montón de trabajo social y esta modificación en la ingeniería.

Nuestra responsabilidad es contar claramente de qué se trata o cómo funciona.

En la Línea Sur hay poca agua, pero hay mucha agua subterránea. Hay acuíferos. Es un agua cara. Hay agua subterránea, que tiene su recarga, que tiene cuencas y las autoridades de aplicación para la toma de agua de las industrias tienen en consideración varios aspectos.

Uno de estos es  que la toma de agua de la industria no puede ser del mismo lugar donde toma la población, para que ni la población y la industria se compitan.

Segundo: es muy importante en la zona de Calcatreu la estabilidad del balance hídrico. Estos 180 milímetros que caen, gran parte se evapora cuando llega la superficie. Y otra gran parte se infiltra y recarga el acuífero.

La toma de agua de la industria, y la minería no es la excepción, tiene que ser menor a su recarga natural.

Entonces, de esa manera, uno garantiza el balance hídrico que se mantenga constante en el tiempo.

Incluso ahora con la modificación del proceso que tiene el proyecto que es de un 83% menos de uso de agua, solamente toma el 15% de su recarga.

El proyecto Calcatreu va a tomar el 15% de la recarga natural. El acuífero sigue creciendo por más que las precipitaciones sean bajas.

Es una garantía la sustentabilidad y fue un puntapié para el Gobierno para que tome la decisión de volver a ese informe del impacto ambiental.

-¿En qué instancias está el proyecto y qué falta para la aprobación y construcción de la mina?

-Toda esta evaluación previa fue la que permitió evaluar, el informe por parte de las autoridades de aplicación.

Ahora pasamos al siguiente hito: la intervención del Consejo Provincial de Evaluación Ambiental Minera (COPEAM) que está integrado por todos los actores de manera directa: el intendente, la comunidad originaria, universidades, entre otros.

Ellos evalúan el informe impacto ambiental, los dictámenes de las autoridades de aplicación, es decir la Secretaría del Ambiente, la Secretaría de Minería, y tienen que tomar una definición al respecto.

Esto se emite en un acta final.

Y posterior a esto, cerrada esa participación del COPEAM, pasamos a la audiencia pública, que es el 30 de agosto de este año.

Encuentro en Jacobacci sobre el proyecto Calcatreu (Fuente: cuenta X del Gobernador de Río Negro)

-¿Qué puede pasar el próximo 30 de agosto en la audiencia pública de Ingeniero Jacobacci?

-La audiencia pública es una instancia clave donde se escuchan todas las opiniones acerca del proyecto.

A los 60 días de cerrar la audiencia pública está la resolución. Es el acto administrativo final.

Se estima, si hay aprobación, que la empresa ponga el marcha la construcción aproximadamente 12 meses después de obtenido los permisos.

La minería en Río Negro y las normativas para el sector

-¿Cuántos proyectos mineros hay hoy en Río Negro?

-Hoy en la provincia Río Negro tenemos 32 proyectos metalíferos y energéticos en distintas etapas exploratorias y distintos tipos de elementos.

Hay una decisión muy clara sobre hacia dónde quiere ir el gobierno provincial. Hay un mensaje muy claro. Apostamos al desarrollo productivo.

La actividad minera, más allá del RIGI, tiene una ley nacional muy buena que es la Ley de Inversiones Mineras.

Esto lo hemos pedido también en el Consejo Federal de Minería (COFEMIN).

Es la adecuada adaptación de la Ley de Inversión Minera a las necesidades actuales.

Es una ley que entiende muy bien a la industria, porque a diferencia del RIGI atiende a la industria de sus etapas iniciales. Nosotros necesitamos que en la Argentina se empiece a explorar.

A medida que nosotros vayamos teniendo más exploración vamos a tener mayores proyectos en producción.

Entonces yo creo que el foco hoy para la Argentina y Río Negro es apostar a que se explore el suelo  federal.

-¿Cuánto recaudaría la provincia por regalías específicamente en el Proyecto Calcatreu?

-En un escenario de mínima y conservador el ingreso directo e indirecto aproximado anual es de 10 millones de dólares entre impuestos y regalías.

Lo que estamos pidiendo desde las provincias a través del Consejo Federal es una aplicación correcta de la Ley de Inversiones Mineras para que realmente sea un incentivo para las empresas a invertir.

-¿Cómo es la ley de promoción minera actual de Río Negro?

-Esta Ley de Promoción Minera contempla algunas exenciones, en impuestos provinciales, devoluciones en lo que tenga que ver con servicios y obras públicas que sean necesarias para el proyecto, entre otros beneficios fiscales también.

-¿En qué se diferencia Río Negro de Chubut respecto de la aceptación social de adoptar la minería como política provincial?

-La licencia social es una construcción de largo plazo. No se construye de la noche a la mañana.

Esta audiencia pública que se viene es el resultado de mucho trabajo y mucho tiempo de construcción con bases sólidas.

Hay un par de hitos fundamentales y claves que nos hacen estar ahí donde estamos parados.

Primero: nosotros trabajamos muy fuerte en los últimos cuatro años y ya van a ser cinco. Trabajamos mucho en lo que es la normativa.

Lo que destaco como virtud es la capacidad de escucha, de sentar a todos los que se oponen, a todo lo que tienen algún cuestionamiento, dudas, miedos.

Poder sentarlos y entender esa sensación para poder empezar a transformar en obligación, porque todos queremos desarrollar la industria. Eso no significa que eso sea en sacrificio del ambiente.

Ni en el atropello a derechos preexistentes, ni de propiedad, ni de comunidades indígenas.

Todo ese trabajo que hicimos culminó en el primer hito importante: fue en diciembre del año pasado. Se trata de la modificación del Código de Procedimiento Minero, que justamente atendía y transformó en obligación el cumplimiento de todos los estándares internacionales que tengan que ver con el ambiente, que tengan que ver con la transparencia.

El Gobierno adhirió a un estándar de transparencia para las actividades extractivas.

El siguiente paso fue comunicar a la sociedad qué es un proyecto minero.

Dónde queremos ir con la provincia, cuáles son los controles que se hacen de la actividad.

Entonces fue un trabajo muy grande que se hizo primero con organismos académicos, docentes, para empezar a educar, de qué se trata la actividad.

El último paso fue el trabajo en territorio.

Charlas a demanda para contraponer los prejuicios y tópicos erróneos: “la minería se la llevó a toda”, “hacen mucho uso del agua”, “la contaminación con cianuro”, “cierran una mina y no dejan nada”.

Esa es la construcción que vinimos haciendo para que todo rionegrino tenga las herramientas científicas y los datos de entidades con credibilidad para que después cada uno pueda tomar la decisión con libertad sobre si quiere o no quiere minería.

-¿Cómo se logra el equilibrio entre inversión, desarrollo productivo, sustentabilidad y licencia social en una actividad que resurge en la Argentina pero que tiene que lidiar con prejuicios?

-Se puede llegar a un equilibrio con absolutamente todos estos reclamos y son reclamos legítimos de malas experiencias y malas prácticas que se tuvo años atrás con la actividad, que por supuesto lamentamos todos los que somos del sector.

Pero también es una curva de aprendizaje y de maduración de la misma industria. La conciencia ambiental es un concepto nuevo que no tiene más de dos décadas.

La misma normativa ambiental es una normativa moderna nueva y que se va aprendiendo y se va agarrando de las mejores prácticas y se aprende de los errores para que sea lo más sustentable posible.

Otro error es el hermetismo de los mismos gobiernos y las empresas.

Hoy en día se habla de una transparencia como política socio empresarial y como política de Estado para todos los gobiernos. Hay que contar qué es lo que pasa, tratar de trabajar en la trazabilidad, incluso del ingreso de las regalías  y mostrar en qué se gasta y cómo se gasta y para quién va.

Hoy hay instancias de participación ciudadana en todos los procesos.

Celebro como ha madurado hoy la industria, la aplicación de nuevas tecnologías y yo creo que tenemos todos un una responsabilidad muy grande de seguir comunicando como se hace la actividad y deconstruir algunos mitos y mensajes.

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