Un satélite es un objeto que ha sido puesto en órbita intencionadamente. Estos objetos se llaman satélites artificiales para distinguirlos de los satélites naturales como la Luna de la Tierra. Los satélites se utilizan para muchos propósitos, Por ejemplo, para hacer mapas estelares y mapas de superficies planetarias, así también como para obtener fotografías de los planetas en los que son lanzados. Entre las modalidades más frecuentes se incluyen a los satélites de observación terrestre tanto civiles como militares, satélites de comunicaciones, satélites de navegación, satélites meteorológicos y telescopios espaciales. Las estaciones espaciales y las naves espaciales en órbita también son satélites.
El domingo 30 de agosto a las 20:18 hs (hora argentina) fue lanzado el satélite argentino de observación de la tierra, SAOCOM 1B, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) desde las instalaciones de la empresa SpaceX, en Cabo Cañaveral, Estados Unidos, a bordo del lanzador Falcon 9. Es el resultado de más de 10 años de trabajo, con el aporte de más de mil profesionales y 80 instituciones y empresas del sistema científico tecnológico nacional, completa la Constelación SAOCOM, que representa la misión espacial más ambiciosa de nuestro país. Brindará importantes servicios para la producción agropecuaria y la gestión de emergencias ambientales, entre otros aspectos. También completa junto al SAOCOM 1A el Sistema Italo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE).
Con la información de los satélites SAOCOM los productores podrán tomar decisiones de siembra, fertilización, fumigación y cosecha, y saber cuándo regar en función de las necesidades hídricas reales de los cultivos. Estos mapas muestran, dependiendo del tipo de suelo, el límite superior del Punto de Marchitez Permanente (PMP), la zona de Agua Disponible para las Plantas (ADP), y la pérdida de agua por escorrentía (anegamiento) o por percolación profunda en el suelo.
El mapa de humedad del suelo cobra mayor importancia en zonas áridas y semiáridas del país, que representan casi el 75 % de su superficie, debido a que permite optimizar el manejo de los sistemas de riego en función de las necesidades hídricas reales de los cultivos.
A partir del mapa de humedad de suelo, el equipo de especialistas desarrolló el sistema de soporte a las decisiones en la agricultura. Este modelo va a brindar escenarios probables de rendimiento de cultivos en base a la fecha de siembra, al conocimiento de las lluvias y la humedad de suelo medido por los satélites Saocom.
¿Pero de qué está hecho un satélite?
Ni más ni menos que de materiales compuestos y polímeros. Por ejemplo: el Kevlar, la fibra de carbono, el titanio, el aluminio y otras aleaciones.
Es un hecho de que los metales son esenciales para el avance tecnológico del mundo moderno. Y sin la minería y extracción de estos metales, la tecnología no sería posible. La industria minera es una fuente invaluable de materiales para todo lo que es tecnología verde. Desde sensores de huellas digitales y sistemas de GPS hasta tecnología médica, turbinas eólicas y paneles solares, la minería provee de los metales necesarios para un número creciente de usos que son indispensables para nuestra forma de vida actual. Por ejemplo, nuestros teléfonos inteligentes y algunas computadoras dependen del oro para sus pantallas y circuitos. Los paneles solares utilizan cerca de 20 metales y minerales. Otros metales como grafito, aluminio, plata, níquel y cobre también son esenciales. El oro, por su parte, es clave en la exploración espacial, ya que protege de la luz solar y la radiación. Otro metal fundamental es el cobre que se encuentra en cableados y en la industria eléctrica por su capacidad de transmitir de forma muy eficiente la electricidad.
Nuestro futuro global depende de la minería y la demanda de metales está creciendo de una forma sin precedentes. Las empresas mineras están en la primera línea del descubrimiento, el desarrollo y la innovación. Es fundamental tomar conciencia de la importancia de la industria en lo que respecta al progreso y el desarrollo científico.
Fuente: Conae y La Voz del Pueblo, Tiempo Minero