La Argentina podría dar respuesta a un 17% de la futura demanda mundial litio
Desde el anuncio que hizo Alberto Fernández en la apertura de sesiones ordinarias sobre la propuesta de una ley de electromovilidad, el sector del litio escaló como uno de los primeros temas en la agenda del Ministerio de Desarrollo Productivo. Es que el litio es el elemento perfecto para fabricar baterias de autos eléctricos, un mercado en ascenso a nivel global. Y la Argentina es la tercera reserva del mundo.
Según el secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, la producción actual de carbonato de litio en el mundo es de 454.000 toneladas -el país exportó 32.000 tn en 2020-, y para 2030, se estima que la demanda se incrementará hasta alcanzar los 1,8 millones de tn. “La Argentina podría dar respuesta a un 17% de esa demanda futura”, afirmó el funcionario en un seminario virtual organizado por el Banco Iberoamericano de Desarrollo, el Wilson Center y la Embajada Argentina en Estados Unidos.
Actualmente, en la Argentina hay dos proyectos de litio en actividad: son el Salar del Hombre Muerto de la firma Livent, que se puso en marcha a fines de la década del 90 en Catamarca, y el Proyecto Olaroz de la empresa Sales de Jujuy, que entró en su fase productiva en 2014.
Los dos proyectos que producen en el país son, junto a otros dos chilenos –el de la firma SQM y el de Albemarle, en el Salar de Atacama-, los únicos en el mundo de dónde se obtiene carbonato de litio de salmueras. Hasta hace apenas un lustro, poco antes de que arranque Olaroz, los primeros tres emprendimientos en salares cubrían el 70% del litio demandado a nivel global. Hoy, la ecuación favorece a los que se producen en roca en Australia, más del 60% del litio que se consume en el mundo viene de ahí.
Salta, que cuenta con una veintena de proyectos en exploración, algunos con grandes expectativas de pasar a producción, completa junto a Jujuy y Catamarca el denominado triángulo de litio.
2020 prometía ser una año muy importante para la minería del litio en la Argentina: con la construcción de dos nuevas minas, proyectaba superar en 2021 el doble de la capacidad instalada que tiene actualmente. La pandemia del Covid-19 modificó los planes.
El proyecto más avanzado y próximo a producir carbonato de litio equivalente (LCE) a escala comercial es el desarrollado por Minera Exar en Jujuy, que llegó a completar con un 36% de la construcción pero retrasó su cronograma para continuarlo a principios de 2021 (para esa fecha había planificado empezar a producir).
Se trata del proyecto Cauchari-Olaroz que se ubica en el salar homónimo -el segundo recurso más grande del mundo después del salar de Atacama-, y podría alcanzar una capacidad para producir 40.000 toneladas anuales de mineral blanco “calidad/grado de batería” con una vida útil de 40 años.
El otro proyecto con grandes avances es Centenario-Ratones, que se encuentra en Salta y está en manos de la empresa Eramine Sudamericana, subsidiaria del grupo francés Eramet, que dio paso a la construcción en 2018 tras casi nueve años de exploración, pero durante 2020 debió suspender el avance de las obras. De acuerdo a su diseño, prevé contar con una capacidad instalada de 24.000 toneladas de LCE por año y al momento de la suspensión había registrado un avance importante.
Toda esta gran expectativa se plasmó recientemente con una reunión entre el gobierno nacional y los mandatarios de las tres provincias del Noroeste que producen litio o tienen ese potencial. Del encuentro surgió la conformación de la Mesa Nacional del Litio.
“El objetivo de esta mesa es seguir desarrollando la industrialización del litio y en ese sentido estamos recibiendo todos los días propuestas muy buenas. Vemos interés genuino y real en el desarrollo de toda la cadena”, aseguró el ministro Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien encabezó el cónclave junto con los gobernadores de Jujuy, Gerardo Morales, de Catamarca, Raúl Jalil, y de Salta, Gustavo Sáenz.
En detalle, Kulfas y los tres gobernadores dejaron plasmado que las provincias respaldan al proyecto de ley de Movilidad Sustentable presentado por el presidente, que van a incorporar universidades, centros de investigación, el INTI y el CONICET, en el proceso de industrialización del litio, que se unificarán las normativas para la explotación del mineral y la industrialización, “con una mirada sustentable, ambiental y federal”, y que se promoverán proyectos que alienten el desarrollo de la cadena de valor.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Minería, hoy en la Argentina hay dos minas de litio en operación, una en construcción y 18 proyectos avanzados. En ese total de 21 proyectos de extracción posee recursos por 93 millones de toneladas, pero una vez desarrollados también los proyectos que actualmente se encuentran en investigación se estima que se pueden llegar a extraer 350.000 toneladas anuales.
En ese sentido, Hensel enfatizó que, si bien Argentina aporta de forma significativa a la demanda mundial como producción primaria, el interés es “la conversión de ese recurso en tecnología desarrollada en la Argentina” lo que hace necesario “llevar adelante alianzas estratégicas con el sector público y el privado como mejor camino par ser participes de una cadena global virtuosa”.