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Minería es Futuro

El rol clave de la minería en la reconstrucción post-pandemia

No hay actividad productiva que directa o indirectamente no se vea afectada por el freno de emergencia forzado por el Covid-19. La Argentina, por caso, se paralizó el 19 de marzo con el aislamiento preventivo decretado por el Gobierno nacional como respuesta al avance del COVID-19, aunque muchos sectores económicos acarrean una agenda de desafíos pendientes desde antes de la cuarentena, que el nuevo escenario global reafirma e intensifica. Por su parte, la minería suma sus propias particularidades por ser una industria en pleno desarrollo y con gran potencialidad de crecimiento en el país. 

MINERÍA, ACTIVIDAD ESENCIAL

Días después del inicio de la cuarentena, precisamente el 2 de abril, el presidente Alberto Fernández declaró a la minería actividad  esencial y a partir de ahí algunas compañías comenzaron a operar de manera gradual.  Esto no significó “volver a la normalidad”, sino dar inicio a la búsqueda de la mejor forma de combinar el cuidado de la salud de los trabajadores con la protección de las fuentes laborales y de las economías regionales.

En ese sentido, desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) informaron que se encuentran abocados a solucionar “las complicaciones lógicas en la logística, como el transporte y alojamiento del personal debido a las disposiciones de prevención por la salud”. 

Pionera en cuestiones de seguridad y tecnología, la minería desarrolló a través de la CAEM un Protocolo de Bioseguridad con los estándares más altos de seguridad de la minería internacional y de la Argentina, y afianzó los aspectos comunitarios a través del trabajo planificado frente a la pandemia.

Si bien la creación del Protocolo de Bioseguridad responde a una necesidad por el tema coyuntural de la pandemia, se relaciona y da continuidad a la forma de trabajo habitual en el seno minero nacional. Para llevarlo a cabo, se sumaron a los criterios de los médicos que trabajan en las minas el asesoramiento de FUNCEI y las recomendaciones de la OMS, la OPS, y el Ministerio de Salud de la Nación. 

INDUSTRIA MINERA COMO GENERADORA DE DESARROLLO

En paralelo, la declaración de la minería como actividad esencial se relaciona con el rol esperado de la industria minera como generadora de desarrollo para el país. Esa visión de hecho había quedado plasmada antes de la pandemia en la agenda productiva nacional. Dos de los objetivos centrales del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación son -y así fueron planteados desde el inicio- el desarrollo de Vaca Muerta para poder generar una exportación adicional de 40.000 millones de dólares anuales para fines del mandato de Alberto Fernández y al mismo tiempo, la potenciación de la industria minera con el fin de sumar otros 12.000 millones de dólares por año en ventas externas. 

Con la expansión mundial del Covid-19, el precio del petróleo se derrumbó, mientras que el oro sube y el cobre se recupera con buenas proyecciones. Hacia adelante, la minería metalífera tiene la posibilidad de ser el motor de desarrollo que traccione a la Argentina post pandemia y una de las alternativas más viables para que la reconstrucción productiva pueda llevarse a cabo. 

Tres meses después de la declaración de la minería como actividad esencial, la CAEM efectuó la presentación de los resultados de una encuesta que realizó junto con la consultora Poliarquía sobre el impacto del Covid-19 en la industria, que sondeó las opiniones de los asociados a la Cámara y de personas relacionadas al sector, tanto de la minería metalífera, la no-metalífera como los proveedores. 

En relación a la situación del sector y del país, un 54% se define en una posición intermedia entre el optimismo y el pesimismo. Para la consultora, se puede interpretar que están “a la expectativa”, lo cual se relaciona con el contexto. “Si uno tuviera que hacer un balance, esa mirada intermedia está expresando que  si pudiéramos resolver tres o cuatro problemas cruciales, podríamos avanzar. En muchos casos, esos problemas exceden  al sector, por ejemplo, lo que pasará con la pandemia, con la situación de la deuda, sobre todo para demostrar confianza y que el país puede mantener un nivel de compromiso; u otros cómo la evolución de la imagen de la minería en las provincia”, enumeró el representante de Poliarquía Ernesto Cussianovicvh. 

Para el analista, “en todos los estudios realizados mejoró la imagen de la minería durante los meses de pandemia”. En parte, lo relacionó a las importantes donaciones realizadas por las grandes empresas en conjunto y a que la gente tiene “muchísimo miedo por perder el empleo” y ve en la minería un lugar para poder desarrollarse. “Pensar en la post pandemia implica pensar también en la situación económica del país y en la posibilidad de generar más empleo. Ahí, en esos lugares, en esos espacios, tiene que estar la minería, lo importante es saber cómo se debe ofrecer”, analizó el experto. 

El poder de la minería para movilizar la cadena de valor podría ser el mayor valor agregado de la industria al crecimiento de cada región del país. Hoy, es el sexto complejo exportar y casi el 80% de los productos y servicios que necesita la industria minera para su desarrollo se compran o se contratan a empresas  la Argentina. Si se considera que todavía la minería tiene mucho más para crecer, tiene todo para posicionarse como un actor importante para levantar el país en la post-pandemia: además de ser la proveedora de todas las materias primas de base para la vida cotidiana y para todas las otras actividades, puede ser la fuente de desarrollo productivo federal, empleo y recursos para el país.

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