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La omnipresencia de la minería en la vida cotidiana
Si bien parece obvio, a veces no tenemos tan presente que los objetos que manipulamos diariamente y que usamos con total naturalidad están constituidos por minerales extraídos de la minería. La gran variedad de productos, artefactos y maquinarias que utilizamos todos los días fueron elaborados con algún mineral en diferentes proporciones. Explotamos los depósitos minerales para obtener metales que sirvan para la construcción de edificios y carreteras; para elaborar papel, pintura, plástico; para fabricar artefactos, instrumentos y combustibles como el carbono, entre muchas otras cosas que están presentes en nuestra cotidianidad.
Los minerales son imprescindibles para producir todos los bienes que necesitamos para vivir. Por ende, la minería es una industria elemental de la civilización humana y es considerada “madre” de todas las industrias debido a que aporta las materias primas que todas utilizan. Forma parte de nuestra vida cotidiana y se encuentra presente en la construcción, las telecomunicaciones, el transporte, la electrónica e informática, la medicina y la generación de energía.
En la Argentina, se producen minerales metalíferos, entre los que se enlistan como los principales el oro, la plata, el cobre, el litio, el hierro, el plomo, el zinc y el molibdeno. También se producen minerales no metalíferos, como por ejemplo calizas, arenas, pizarras, arcillas, sal común, yeso, sales de potasio y boratos, fluorita, baritina, bentonitas, piedras semipreciosas y muchos otros, utilizados como insumos básicos en diversas industrias, y rocas de aplicación que se utilizan para la construcción y la ornamentación, como los pórfidos (adoquines, baldosas), piedras lajas, mármoles (rosado, blanco, travertinos, tipo ónix, negro y otros), granitos y granulometrías.
Un auto contiene minerales industriales, las llantas contienen arcilla y carbonato de calcio, las ruedas están hechas con dolomita y magnesio. Además, muchas de las autopartes están hechas por combinación de minerales, fibra de vidrio y plástico, fabricados con carbonato de calcio, silicato de calcio, mica, talco, arcilla y sílice. Pero también otros productos más cotidianos como la espuma de afeitar o el dentífrico contienen sílice y piedra caliza que ayudan a la limpieza dental.
Se estima que un celular, una playstation, una netbook, un smart TV contienen cada uno aproximadamente 160 minerales distintos, entre ellos oro, plata, wollastonita, mica, talco, cerámica, sílice, carbonato cálcico, caolín, trona, cromo, níquel, molibdeno, coltán, vanadio, cobalto y arcillas.
Los metales descubiertos y producidos a partir de la minería no sólo proporcionan las necesidades básicas para la vida moderna, sino también muchas de las cosas críticas de las que dependemos diariamente, como el transporte, las computadoras, la producción de alimentos, los equipos médicos, y la vivienda, las redes eléctricas y de comunicaciones, entre otras.
¿DÓNDE SE UTILIZAN LOS METALES?Además de ser utilizado como reserva de valor -su uso más conocido a nivel global-, el oro tiene muchas otras utilidades, ya que posee una alta conductividad eléctrica y resistencia a la oxidación. Es el metalífero más producido en la Argentina, junto con la plata, y por sus características es usado en la mayoría de los equipos electrónicos.
Las computadoras son un ejemplo concreto del uso cotidiano del oro: en los chips de sus placas “madres” y conectores para fijar el microprocesador y todos sus cables, encontramos oro ya que es un metal de conducción confiable y eficiente.
Por el mismo motivo, celulares, sistemas de localización GPS, calculadoras y televisores, también cuentan con la presencia de este metal.
El oro se encuentra además en motores de todo tipo: de transportes como automóviles, aviones o incluso naves espaciales, que también cuentan con oro dentro de sus componentes debido a su prácticamente nula corrosión, lo que les permite una mayor vida útil y desde luego, mayor seguridad de mantenimiento.
Por caso, el oro jugó un rol preponderante en la llegada a la luna en 1969 por sus cualidades refractivas, protegiendo a astronautas, cápsulas y elementos del calor del sol y la radiación infrarroja.
Hoy, esa característica pasó a ocupar un rol central en las ventanas de los edificios nuevos, que contienen pequeñas cantidades de oro porque alejan un alto porcentaje de calor sin disminuir la luz. Del mismo modo, las ventanas de las cabinas de los pilotos en los jets modernos están recubiertas de una lámina muy delgada de oro para desviar los efectos dañinos de los rayos solares y resistir temperaturas extremas.
El oro también es usado con el objetivo de cuidar el medio ambiente. Por ejemplo, los convertidores catalíticos en autos, camiones y vehículos utilizan los metales preciosos para catalizar la oxidación de subproductos dañinos en el tubo de escape, reduciendo las emisiones nocivas que pueden contaminar el aire.
Y también, el oro es útil para hacer más eficientes los sistemas de seguridad. En efecto, las bolsas de aire de los vehículos cuentan con contactos eléctricos bañados en oro para asegurarse que los dispositivos de seguridad funcionen cuando es necesario.
La plata, por caso, es muy conocida por su uso en monedas, en cubertería y al igual que el oro, en joyería. Sin embargo, estos usos de la plata representan menos del 50% de su consumición total. Por sus propiedades únicas, es un elemento ideal para muchos usos industriales y aplicaciones eléctricas: es el que mineral con mayor conductividad termal y eléctrica, es maleable y dúctil, resistente a la corrosión y a la oxidación y se puede aplanar para formar finas hojas y estirado en alambres finos.
En electrónica se usa mucho en circuitos integrados y en los teclados de computadora; asimismo se utiliza de igual forma para generar componentes electrónicos y cables semiconductores de alta velocidad y excelente conductividad. En computación, no solo está presente en los teclados, sino que también se utiliza en pantallas y para unir la placa de microprocesador a la base del disipador y de esa forma refrigerar el procesador.
Los plásticos también contienen plata; el mineral se encuentra en los catalizadores utilizados por la industria petroquímica que contribuyen a la producción de óxido de etileno y formaldehído, dos ingredientes claves en la fabricación de plásticos.
Por otra parte, las pilas de larga duración se fabrican con óxido de plata. Aunque son más caras, estas pilas tienen un 40% más de vida que las de litio o las de mercurio y son mucho más compactas y ligeras. Se usan para permitir el funcionamiento de casi todo, desde relojes de cuarzo hasta audífonos.
En muchas tareas de tipo industrial es necesario alear plata con otros metales para hacerlos más duros y conductibles. Es común encontrar aleaciones de plata con plomo o talio para recubrir piezas de la industria aeronáutica. También se suele alear para soldar y producir contactos eléctricos. Un material elemental para las baterías eléctricas es precisamente la aleación de plata con zinc.
La industria automotriz utiliza anualmente más de 36 millones de onzas: los contactos eléctricos recubiertos con plata se utilizan, entre otras cosas, para poner en marcha el automóvil, hacer funcionar las ventanillas y recientemente para los sensores de distancia y sistema de estacionamiento asistido.
Los rodamientos galvanizados con plata son un componente clave en muchos tipos de motores como los de los reactores, porque es un metal que puede soportar altas temperaturas. Una capa de plata entre los rodamientos y su armazón también ayuda a reducir la fricción y mejora el rendimiento e incrementa la vida útil del motor.
El desarrollo de las energías renovables no sería posible sin el uso de plata. Por ejemplo, es un componente vital – junto con el cuarzo- en la fabricación de paneles solares. Un panel estándar para una instalación en viviendas residenciales contiene aproximadamente 20 gramos de plata.
El cobre, en tanto, es un metal resistente a la corrosión, buen conductor de electricidad y térmico, maleable y dúctil, reciclable y bactericida. Se usa en cables eléctricos, telefonía, electrónica, computadoras, transporte y electrodomésticos.
Entre muchas de sus aplicaciones, es un material ideal para instalaciones de calefacción por su seguridad y durabilidad a las altas temperaturas. Asimismo, es uno de los metales favoritos para la construcción: de hecho, hermosas edificaciones a lo largo de la historia han sido realizadas gracias a una aleación de cobre y otros metales.
Pero más allá de todas las características, el dato más importante es que puede ser reciclado una y otra vez sin perder ninguna de sus propiedades. Por esta razón, tiene el historial de reciclaje más extenso de entre los materiales conocidos por la civilización y se estima que el 80% de todo el cobre extraído durante los últimos 10.000 años está todavía en uso.
El litio, otro de los metales que se producen en el país, tiene la capacidad de almacenar tres veces más energía que la mayoría de sus competidores. Alrededor del 90% de las Laptops y el 60% de los celulares usan baterías de litio. También, los vehículos híbridos o eléctricos usan este tipo de batería para su pleno funcionamiento. Por otra parte, es el elemento clave para el almacenamiento de energía solar y eólica. Sin embargo, las baterías representan un 39% dentro de la “torta” de usos del litio.
Se emplea litio también en grasas y aceites que resisten el calor, en aleaciones junto a aluminio y cobre para alivianar componentes estructurales de la industria aeronáutica, en la elaboración de polímeros, en filtros de aire y otros usos entre los que se destaca el medicinal. Por otro lado, el litio ha sido considerado un material importante para evaluar el desarrollo de los reactores de fusión nuclear, que aún están en plena etapa de investigación y desarrollo.