Carlos Scatizza, geólogo experto en hidrogeología y presidente de la consultora Hidroar, fue entrevistado para hablar acerca de los usos del agua en proyectos productivos. Su consultora fue constituida en el año 1981 e integrada por especialistas en diversos aspectos de los recursos naturales, desde la década de 1990 recorren la Patagonia haciendo estudios sobre cuencas hídricas. La firma Hidroar está encargada de realizar estudios de hidrología, prospección, evaluación y desarrollo de aguas subterráneas; y de la planificación del uso de los recursos hídricos, de irrigación y geología aplicada a la ingeniería, evaluación de impacto ambiental, sanitarismo y temas relacionados con estas disciplinas. La misma, se encuentra inscripta en los registros de Consultoras Ambientales de la Secretaría de Energía de la Nación, de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente y en las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Neuquén, Chubut y Santa Cruz.
Carlos sostiene que cualquier proyecto productivo, en su mayoría, requiere agua para cada etapa. La prioridad de todas las empresas es optimizar el uso de los recursos que se necesitan para llevar a cabo los procesos productivos en general.
Con respecto a la minería contó que, en comparación con otras industrias, utiliza igual o menor cantidad agua, pero en ningún caso se puede sostener que hace un uso del agua deficiente. Un proyecto minero habitualmente requiere generalmente de unos 1000 a 2000 metros cúbicos día de agua. En comparación, por ejemplo, una planta de embotellamiento de gaseosas utiliza la misma cantidad de agua que cualquiera de los proyectos mineros que hay activos en la provincia de Santa Cruz. O una pesquera y yacimientos de petróleo que a veces usan agua para recuperación secundaria, consumen más de 2000 metros cúbicos diarios. O una planta papelera utiliza unos 5000 metros cúbicos por día, lo mismo que una cervecera.
La minería, como cualquier industria, no debe contaminar el medioambiente, en su caso en particular está regulada por la Ley Nacional n° 24585, que estipula cómo debe regular el cuidado y la protección del medio ambiente. No hay mina que pueda obviar esa ley ni correrse por fuera de este manual, la misma deja explicitado cómo debe ser un proyecto minero etapa por etapa.
Afirmó que en la provincia de Santa Cruz, en donde actualmente están en funcionamiento seis minas de oro desde hace más de 20 años, jamás hubo accidentes de una magnitud que afecten el ambiente de modo irreversible. Los datos indican que la minería es segura. De todos modos, lo importante es que, si ocurre un accidente, rápidamente se activen los mecanismos para contener cualquier problemática.
Respecto a la posibilidad de desarrollo productivo en la Meseta Central de Chubut, contó que en la localidad de Gan Gan, YPF llevó adelante investigaciones que estiman la posibilidad de que haya yacimientos de petróleo y gas natural. Hasta el momento, no es económicamente rentable porque el oleoducto más cercano se encuentra a más de 200 kilómetros. Es aún, apenas una posibilidad. Afirmó que un proyecto minero cambiaría la ecuación de todos los potenciales emprendimientos productivos que se podrían desarrollar en la zona. Hoy en el lugar se conjugan: dos poblaciones cercanas, Gastre y Gan Gan, un acuífero, una mina que está a 50 km de distancia de los dos pueblos, que tiene garantizado mínimo 20 años de vida.