Una vez más, los vecinos y las vecinas de la Meseta central de Chubut se congregaron en plazas y espacios públicos de sus respectivas localidades para reclamar por su derecho a decidir. La acción ya se ha tornado una cita obligada los días 20 de cada mes.
Respetando el distanciamiento social y el uso de tapaboca, las personas reunidas alzaron su voz y pidieron igualdad de oportunidades de cara al futuro. Varias vecinas señalaron que su más grande deseo es que sus hijos puedan permanecer allí para estudiar y progresar, es decir, que no tengan necesidad de emigrar a los grandes centros urbanos.
Otro reclamo que se repitió entre los testimonios de los vecinos fue el de la falta de trabajo y oportunidades. Hoy en día tener un trabajo en blanco en esta zona es un sueño prácticamente imposible.
Por otro lado, la falta de oportunidades también se ve reflejada en los bajos niveles de instrucción.
Todo está vinculado a el escaso desarrollo que existe en este rincón abandonado de la provincia de Chubut: no hay infraestructura ni servicios adecuados.
Por todo esto, los y las vecinos reclaman su derecho a decidir, fundamentalmente, sobre el uso de los recursos que hay en esa región. La agricultura y la ganadería son actividades cada vez más marginales. Las posibilidades de emprender, escasas. Aprovechar las fuentes de riqueza del suelo en el que habitan sería, según ellos, el comienzo de un futuro de oportunidades, prosperidad y progreso.