MEF, el streaming de Minería es futuro: entrevista a Daniel Schteingart, investigador y periodista
El actual director de Planificación Productiva de Fundar aportó una mirada crítica y a la vez esperanzadora sobre el sector minero, desmitificando creencias arraigadas y resaltando el potencial de esta industria para el desarrollo del país.
En una nueva edición de MEF, el espacio de streaming de Minería es Futuro, dedicado a desentrañar los desafíos y oportunidades de la minería en Argentina, Martín Hazan, director del medio, entrevistó a Daniel Schteingart, un reconocido investigador y especialista en políticas públicas para el desarrollo.
Schteingart, quien previamente dirigió el centro de estudios para la producción y estuvo a cargo del plan Argentina productiva 2030, aportó una mirada crítica y a la vez esperanzadora sobre el sector minero, desmitificando creencias arraigadas y resaltando el potencial de esta industria para el desarrollo del país.
A lo largo de la conversación, Schteingart abordó tres temas centrales que resultan cruciales para entender la minería en el contexto argentino actual: los mitos que rodean a la minería, la imagen de las empresas mineras y la comparación con la minería en otros países.
Mitos de la minería
Uno de los puntos clave de la entrevista fue la desarticulación de varios mitos que persisten sobre la minería.
Schteingart enfatizó que la narrativa dominante de que las empresas mineras «se lo llevan todo» es errónea, ya que aproximadamente el 80% de las ventas de la minería quedan en Argentina.
Este porcentaje se compone principalmente de gastos en proveedores locales (entre un 40 y 50%), salarios (un 12%), impuestos (un 15%) y ganancias de las empresas que no salen del país (un 13%).
«Una cuestión que nosotros encontramos pidiendole información al INDEC es que el 80% de las ventas de la minería queda en Argentina».
Además, el entrevistado subrayó que la minería no es una actividad extractivista simple, sino un complejo industrial que demanda una gran cantidad de bienes y servicios, lo que genera un impacto significativo en la economía local.
Imagen de las empresas mineras
Schteingart también abordó la cuestión de la credibilidad de las empresas mineras, señalando que históricamente les ha costado generar confianza en la sociedad.
Sin embargo, destacó la importancia de que el Estado asuma un papel activo en la provisión de información transparente y oficial.
En este sentido, mencionó el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera (SEACAM), un proyecto que él mismo impulsó durante su paso por el Ministerio de Desarrollo Productivo.
Este sistema, que recopila datos oficiales sobre empleo, exportaciones, impacto ambiental, entre otros, busca desmentir la opacidad del sector.
“Lo que veíamos era que por ahí las empresas hacían reporte de sostenibilidad, pero bueno, a las empresas mineras históricamente les ha costado mucho crear credibilidad y también lo que digamos es que faltaba que el Estado pusiera las cartas sobre la mesa con lo bueno y lo malo que tiene el sector minero”.
Comparación con la minería en otros países
Finalmente, Schteingart contrastó la situación de Argentina con la de otros países mineros exitosos, como Australia, Canadá y Noruega.
En estos casos, la minería no solo ha generado ingresos por exportaciones, sino que ha impulsado el desarrollo de industrias proveedoras y de conocimiento especializado.
Enfatizó que estos países han sabido usar sus recursos naturales para apalancar otros sectores productivos, creando un entramado económico más diversificado.
«Australia que es el principal exportador minero del mundo también es el principal exportador de software para minería del mundo«.
Schteingart abogó por que Argentina siga este camino, promoviendo no solo la extracción de minerales, sino también el desarrollo de capacidades locales y la generación de empleo de calidad.