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Minería es Futuro

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¿Quiénes son los sub-25 que pican en punta de cara al futuro de la industria minera?

La ADEIM (Asociación de Estudiantes de Ingeniería en Minas y Metalurgia Extractiva), cuya sede se encuentra en el Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), realizó su primera reunión virtual de la que participaron más de 50 jóvenes de todo el país.  El encuentro contó con la presencia de los principales representantes de la asociación: Agustín Tapia (Presidente), Juan Ignacio García (Vice presidente) y Facundo Castro (Tesorero). La moderación estuvo a cargo de la diseñadora gráfica Eva Díaz.  En una primera instancia, se habló acerca de los orígenes de ADEIM (ver abajo) y también sobre los valores que representan a la organización y a sus integrantes, a saber: el compromiso, el compañerismo, la igualdad, la amistad y la solidaridad. Los objetivos principales son: -Promover el bienestar educativo y social de sus integrantes. -Ser el nexo entre la sociedad, los profesores y sus miembros. -Fomentar el conocimiento acerca de la minería y promocionar la carrera. Agustín Tapia destacó algunas de las actividades que organizan para cumplir con estos objetivos. Actualmente, a causa de la pandemia, varias de estas iniciativas no se están pudiendo llevar a cabo, pero aún así, vale la pena comentarlas, dado que son de lo más interesantes: desde almuerzos o encuentros informales con los profesores de la carrera, hasta seminarios y viajes a EXPOMIN Chile año por medio, estos jóvenes se las ingenian para estar siempre un paso adelante y dar a conocer de qué se trata esta profesión que tanto los apasiona.  Luego, los tres integrantes de ADEIM se detuvieron en los motivos que los llevaron a estudiar Ingeniería de Minas. En primer lugar, porque consideran que la minería es una industria fundamental para el desarrollo socioeconómico de la provincia y del país. Y en segundo lugar, por la enorme salida laboral que tiene un profesional egresado de esta carrera. Finalmente la moderadora, Eva Díaz, abrió el debate a todos los participantes de la reunión. Todos y todas mostraron un gran interés en conocer más acerca del plan de estudios y quedar en contacto para recibir mayor información en el futuro. Evaristo Kual habló sobre la situación de la región de la meseta en Chubut. Contó que hay interés de muchos habitantes por la minería, pero que la desinformación y la negación de los grupos que se oponen a la actividad minera hace que sea imposible avanzar. Esto genera frustración e impide el desarrollo. Todos estuvieron de acuerdo en que sería interesante acercar programas de formación en minería e información a esa zona para poder propiciar el debate. De acuerdo al presidente y al vicepresidente de ADEIM, esta fue solo la primera de muchas reuniones que se harán de aquí en adelante, con la esperanza de que cada vez sean más los y las jóvenes que se interesen por la minería, ya que son ellos y ellas la fuerza que construye futuro. Acerca de ADEIM En sus comienzos, ADEIM se fundó en 1970 bajo el nombre de CEIM (Centro de Estudiantes de Ingenieros en Minas) con el objetivo de resolver los inconvenientes que tenían los estudiantes mineros. A partir de 1980, adoptó el nombre que conserva hasta la actualidad: ADEIM (Asociación de Estudiantes de Ingeniería en Minas y Metalurgia Extractiva). Sin embargo, las funciones y los objetivos se mantienen fieles a los originales.

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Argentina tiene el potencial de triplicar sus exportaciones mineras

El secretario de Minería de la Nación, Alberto Hensel, participó de una reunión virtual sobre minería y desarrollo organizada por la Cámara de Comercio Argentino-Británica titulada “La minería, una opción de desarrollo Post Pandemia: presente y futuro en la visión de los referentes del sector», en la que destacó que “la minería es un factor de desarrollo económico y social de nuestro país”. También habló de la importancia de que existan acuerdos sociales, económicos y jurídicos como pilares para este desarrollo. En cuanto al potencial exportador, Hensel destacó que “estamos convencidos que la Argentina (que hoy está exportando en el orden de los u$s 3.200 M) podría perfectamente triplicar sus exportaciones mineras en los próximos 10 años si nosotros desarrollamos solamente 5 proyectos de cobre, 3 de oro, 3 de plata y 6 de litio”. Participó también de esta charla el Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), Alberto Carlocchia, quien expresó que “para pensar en la minería del futuro en la Argentina es importante ponernos en contexto, saber qué somos hoy y también qué podemos ser y cómo acompañar el desarrollo”. Carlocchia destacó el impacto que genera en las economías regionales el desarrollo e inversiones mineras: “La minería impulsa una cadena de valor con una fuerte presencia de Pymes Nacionales, hoy fácil entre el 75 y el 80% de los productos e insumos que consume la minería se adquieren y se producen en la Argentina. Además de esto, crea empleo en zonas alejadas de centros productivos tradicionales, lo cual implica sin duda una perspectiva y un impulso de la capacitación de los pobladores locales que beneficia el desarrollo integral y crea oportunidades de crecimiento personal”. Asimismo, indicó que la Argentina tiene “la  necesidad de garantizar la seguridad jurídica y un panorama político-económico estable y que esas reglas claras sean  mantenidas en el tiempo lo suficiente para que los inversores tomen la decisión  de venir a desarrollar los proyectos que tenemos“. Además, habló con claridad sobre la omnipresencia de la industria minera, ya  que “la minería está donde la gente lo necesita. Está en esta posibilidad de comunicación, está en nuestros celulares, está en las energías renovables, está en las innovaciones”.  La minería cumple un rol clave a la hora de motorizar las economías regionales y generar empleo.  Una de las conclusiones del encuentro fue la coincidencia en que son tres las condiciones indispensables para el correcto desarrollo de la actividad minera: licencia social, seguridad jurídica y económica y buena comunicación.  Fuente: El Pregón Minero

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Los mineros son los primeros ambientalistas

“Las actividades contaminantes no existen. Existen las buenas y las malas prácticas”. La pandemia del Covid-19 dividió al mundo: salud o economía aparecieron como dos objetivos disímiles por los que había que tomar partido. Los gobiernos que se proclamaron a favor de cuidar la salud de las personas son cuestionados por desatender las variables económicas con cuarentenas muy estrictas y prolongadas, con consecuencias irreparables que solo traerán más pobreza, mientras que los otros son señalados por priorizar la economía y preferir no frenar las actividades productivas y comerciales a pesar del irremediable avance del virus, y por eso hoy lamentan una gran cantidad de víctimas que lejos de cesar, aumenta. El debate está abierto, aunque no es nuevo. El Covid-19 solo lo puso en evidencia pero ya se hablaba en el mundo de dos posturas que se presentan como irreconciliables y de algún modo están relacionadas con lo que se agrupa como “la economía” y los que se entiende como vinculado a “la salud”: ante el crecimiento o desarrollo de las actividades productivas se confronta con las relacionadas con el medio ambiente, que castiga toda visión de lo natural o lo humano como mero recurso. Y puede que sea una mirada necesaria, que se debe atender. Pero no hay manera de explicar la civilización sin entender esa intrínseca relación entre lo que es dado por la tierra y su aprovechamiento y el valor de uso que le asignamos para la vida tal como la conocemos.  Todos los trabajos se basan en dos industrias: la agricultura y la minería. Toda cosa tangible que cualquier sociedad requiere proviene del suelo. Ni siquiera hoy los ambientalistas podrían llevar adelante su trabajo sin el producto elaborado por agricultores y mineros. No habría economía. Ni tampoco salud, porque en definitiva es imposible separar ni priorizar esos dos aspectos de la vida tal y como la conocemos. Los habitantes de este mundo necesitamos alimentos y necesitamos minerales simplemente porque necesitamos vestirnos, trabajar, movernos, descansar… comunicarnos. No obstante, y a contramano de lo que suponen las corrientes que prefieren oponer el cuidado del ambiente al desarrollo, esta perspectiva no impide de ninguna manera la crítica con respecto a la industria. Al contrario, la promueve, pero no por eso la prohíbe. ¿Es posible llevar a tal extremo una crítica sobre determinados procedimientos industriales? ¿No hay alternativa que combine ambos aspectos y permita pensar en un desarrollo verdaderamente sustentable en el tiempo y que preserve recursos para las generaciones futuras? Todas las industrias han sufrido un cambio de paradigma respecto a su relación con el ambiente en los últimos 30 años y la minería no solo no es la excepción, sino que ha sido líder. Los protocolos, los reglamentos, las prácticas -que muchas de ellas se han visto reflejadas en legislaciones y hasta en tratados internacionales- regulan la relación de la minería con el ambiente y determinan los aspectos de dónde y cómo debe desarrollarse. Los químicos usados por la minería son los mismos que se usan en muchos otros sectores, incluyendo la industria alimenticia y la farmacéutica. El mismo cianuro, al que podríamos dedicarle un capítulo aparte, es un reactivo químico mucho más fácil de manipular y controlar que otros usados masivamente. En efecto, la minería –ubicada conceptualmente del lado de lo que se entiende como desarrollo económico- es inseparable del medio ambiente porque ante todo, los mineros son los primeros ambientalistas. Primero, porque están obligados por la Legislación nacional; segundo, porque los capitales que se invierten están obligados al control inherente; y tercero, porque son ellos mismos los que están en las minas, los que allí viven, los que allí tienen a sus familias, los que toman el agua de la mina, de hecho una parte importante de la masa laboral de los yacimientos en el interior del país está compuesta por pobladores oriundos de las localidades aledañas a los proyectos, que justamente no precisan emigrar a las grandes ciudades para alcanzar un desarrollo profesional y económico.  Cuarto, porque son los mineros los que cuentan con un conocimiento exhaustivo del área en la que pretenden trabajar: la recorrieron, la analizaron y la evaluaron.  Por caso, un geólogo no solamente conoce cómo, cuándo y por qué se formaron las rocas, sino que sabe perfectamente que todo objeto analizable es parte de un ecosistema y que cualquier movimiento supone consecuencias inexorables. Y también sabe que es casi imposible que eso no suceda. Todo se transforma; si no es de la mano del hombre, puede que sea otro ser vivo, tal vez el viento, la lluvia o el calor del sol. Es por eso que su objeto de estudio no es solo la tierra sino además todo lo que está vinculado a ella y la interviene: la atmósfera, el agua, el aire.   Las discusiones de minería sí o no o contaminación sí o no son propias del siglo XX. En este siglo las actividades contaminantes no existen, sino que existen las tecnologías contaminantes o no. Existan las buenas y las malas prácticas.   El freno forzado que impuso la emergencia sanitaria del Covid-19 evidenció muchas cosas que no son nuevas ni desconocidas. La desigualdad en la que está sumergida la humanidad es una de esas cosas y es fundamental. Pero también evidenció que no es imposible hoy reducir las emisiones, hacer algo que sí sea sustancioso para revertir algo del daño hecho al medio ambiente. ¿Solo es posible en los tiempos anormales que impone una pandemia? Para nada. Solo hace falta revisar los hábitos de consumo: los usos y abusos, y no tanto los orígenes de las cosas. 

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Malargüe continúa su reclamo para permitir la actividad minera

A fin de 2019, el goberandor de mendoza, Rodolfo Suárez, a días de asumir, dio marcha atrás con modificaciones a la Ley 7.722 que habilitaban el uso de sustancias químicas como el cianuro en la minería, tras la presión de grupos ambientalistas. Pero ahora la crisis económica reforzó la necesidad del municipio de Malargüe de reactivar la minería. El intendente Juan Manuel Ojeda trabaja actualmente en un proyecto de ley para que su distrito quede exceptuado de los alcances de la normativa minera que rige en la provincia. Malargüe tuvo en aquel momento incluso contramarchas a favor de la minería. El intendente Ojeda afirmó: “Malargüe es el 30 por ciento del territorio de Mendoza, si aprobara la ley se podría hacer minería basado en lo que piden los sectores ambientalista: licencia social y vocación territorial”, dijo el jefe municipal. Además, sostuvo que el proyecto tendrá una firma legislativa, pero lo presentará como intendente, por ende, despega al gobernador de un tema que ya le ha traído dolores de cabeza.. En la iniciativa se definiría una zona del Atuel hacia el sur donde no se podría hacer minería. Y planteará que el 50 por ciento de los ingresos de regalías se destinen a obras hídricas en el resto de los departamentos. Ojeda cree que podría repetirse el aval de UCR y PJ (incluso con guiños del gobierno de Alberto Fernández). Pero no recula sobre un proyecto aun más radical: “Los malargüinos estamos molestos, estamos haciendo un sacrificio y nos encontramos con una realidad restringida. Queremos ir por el camino productivo, y no nos falta nada para poder ser un territorio más independiente. Malargüe es mas grande que Suiza, o que Tucumán. Podríamos tener vocación de una mayor independencia, pero la provincia nos necesita y nososotros a ellos”. La gota que hizo reaccionar a Ojeda está relacionada con no haber recibido coparticipación. El distrito vio caer las regalías por la baja del precio del petróleo y “porque no nos respetaron el precio del barril criollo, especialmente YPF”, dijo el intendente. “Fuimos a cobrar y cuando nos descontaron los aportes y contribuciones, en vez de plata a favor debíamos $3,5 millones”, dijo. “Los legisladores saben de la fragilidad de Malargüe, es un territorio muy grande, tenemos que recorrer dos mil kilómetros para llevar agua potable a 400 vecinos, por ejemplo”. Malargüe, dijo Ojeda, genera dos tercios del petróleo de Mendoza y de las regalías que recibe la provincia el 6,3 por ciento queda en el municipio.El intendente agregó que hay 70 proyectos de exploración con buenas posibilidades de concretarse sólo en el 2 por ciento del territorio, con foco en minerales de primera categoría: oro, plata, cobre. “No tenemos otras posibilidades de desarrollo real que no sea con la minería. Tenemos ordenanzas en favor y estamos terminando un plan de ordenamiento territorial. Nosotros los malargüinos debemos definir nuestro camino, siempre en el ámbito de ley nacional. No es una actividad ilegal”, concluyó Ojeda. Fuente: Ámbito Financiero

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¿La minería paga impuestos? ¡Por supuesto!

La minería paga impuestos como cualquier otra actividad. Tiene una presión impositiva del 40% de su producto bruto (ventas menos costos o también llamada utilidad operativa antes de impuestos) y el 70% de lo que factura queda en el país. El resto va a recupero de capital, pago de créditos, reinversión y dividendos.   RÉGIMEN FISCAL En 1993, el Régimen de Inversiones Mineras fue acordado, consensuado y votado prácticamente por unanimidad. Todos los sectores políticos apoyaron la ley que le dio origen, incluyendo el PJ, la UCR, el Partido Socialista y otros. Tan solo tuvo una disidencia de la UCEDÉ, que sin embargo estaba de acuerdo en términos generales con la ley. Antes de la sanción de la Ley de Inversiones Mineras, la minería representaba una parte insignificante de la economía nacional (356 millones de pesos, exportación por 20 millones de dólares y participación tan sólo del 0,2% del PBI). El Régimen de Inversiones fue pensado porque el sector minero tiene características particulares relacionadas al riesgo minero y a los plazos largos que lo diferencian de otros sectores productivos y hacen cuesta arriba su desarrollo. Estas son:   -Alto riesgo: sólo tienen éxito el 3% de las exploraciones.  -Los costos pueden variar considerablemente.-Alta inversión: exploración, infraestructura básica y compleja, construcción, maquinarias y equipos caros.-Recupero de la inversión muy distante en el tiempo, que implica muchos años a pérdida. Un proyecto requiere de entre 10 a 18 años para entrar en producción, y aproximadamente otros 6 en recuperar la inversión.-Precios que fluctúan ampliamente. Los precios suben y bajan considerablemente, pudiendo ocasionar frecuentemente la paralización del proyecto o incluso el cierre de la empresa, y períodos de pérdida pronunciados seguidos por períodos de ganancia y viceversa. Es por estas características que el régimen fiscal establece: Estabilidad fiscal de 30 años: para dar previsibilidad al negocio minero y que se invierta en exploración y producción, teniendo en cuenta que los plazos que se manejan en el negocio son muy largos. Otros países que han aplicado regímenes de estabilidad fiscal son, por ejemplo, Chile, Colombia y Perú. Doble deducción de los costos de exploración del impuesto a las ganancias: para incentivar a que se explore el territorio nacional en busca de riquezas aun cuando se trata de algo muy costoso. Numerosos países han establecido estos incentivos, como Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, México, India y Sudáfrica.  Amortización acelerada de bienes de capital y de uso para la operación: para que se consiga el recupero de la inversión alrededor de los seis años de iniciada la producción, pues de otra manera los plazos en que un inversor recupera lo invertido son muy largos y se prefiere invertir en otros rubros. Algunos países que han aplicado este incentivo son, por ejemplo, Brasil, India y México. Exención de impuestos a la importación de bienes de capital nuevos y sus repuestos: para la producción, pues muchas veces se utilizan grandes maquinarias e insumos especiales que no se producen en el país. Un tope al porcentaje de regalías que pueden cobrar las provincias (3% del valor boca mina): de 75 países mineros en el mundo, sólo 12 cobran regalías. Los porcentajes aplicados varían, pero países como Perú, Brasil, Chile y Colombia aplican porcentajes similares. La Argentina está en sexto lugar en cuanto al porcentaje que aplica. En los casos de Chile y Perú, las regalías se aplican sobre las utilidades, de manera que cuanto más gana la empresa más paga. En el caso argentino, y teniendo en cuenta que los precios fluctúan enormemente, cuando la empresa está dando pérdida la carga tributaria es mayor. PROPUESTA DE MODIFICACIÓN SOBRE EL CÁLCULO DE REGALÍAS:  NUEVO ACUERDO FEDERAL MINERO El  “Nuevo Acuerdo”, el NAFM según sus siglas, fue presentado en el inicio de la Presidencia de Mauricio Macri como la gran apuesta para el sector. Con respecto a las regalías, propone que las provincias cobren hasta un 3% del valor bruto de producción. Ese ítem aún no se pudo implementar porque al modificar la Ley de Inversiones Mineras y debe ser aprobado por el Congreso Nacional. Hasta el momento, en concepto de regalías se sigue cobrando un 3% del valor boca de mina, que refiere a todo el material que se extrae sin procesar. APORTE FISCAL 2018  Actualmente, la presión sobre el valor agregado minero se ubica muy por encima de la observada en países tradicionalmente mineros de la región, como es el caso de Chile y Perú; con la gran diferencia de que en estos países la mayoría de los tributos gravan las utilidades y no los ingresos. Por este motivo, ante una reducción de la renta minera frente a la caída en los precios internacionales, aumenta la carga tributaria relativa, especialmente para los proyectos de menor rentabilidad, que son justamente aquellos que requieren mayores incentivos para mantener su producción. En el año 2018, la minería aportó $ 29.176 millones a las arcas nacionales y las jurisdicciones provinciales, según los datos de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). Del total, unos $ 26.539 millones correspondieron a conceptos tributarios, de los cuales un 84,3% fueron al gobierno nacional. Los $ 2.637 millones restantes constituyen aportes a entes públicos y fondos fiduciarios, de los cuales la totalidad fue para las provincias. En términos nominales, el aporte fiscal de la minería al Estado Nacional sumó unos $ 22.384 millones, donde la totalidad correspondió a conceptos fiscales. Dentro de los conceptos fiscales, $ 9.595 millones se explican por el Impuesto a las Ganancias (un 42,7%), $6.641 millones por los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (el 29,7%), por derechos de exportación $3.653 millones (16,3%) y unos $ 2.548 millones por el Impuesto al ValorAgregado (11,2%).  Asimismo, el sector aportó $ 6.791 millones a las provincias. Al desagregar la participación en aporte fiscal y otros aportes, se observa que los primeros –compuestos por las regalías y el impuesto a los ingresos brutos- sumaron unos $ 4.155 millones (el 61,2%) y los segundos –compuestos por la distribución de utilidades a empresas públicas y las transferencias

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Protocolo General de Bioseguridad de la Cámara Argentina de Empresarios Mineras

Les compartimos este video realizado por la CAEM que busca establecer acciones de prevención epidemiológica en las operaciones mineras, enfocadas especialmente en COVID-19. El protocolo fue acordado con asociaciones sindicales, empresas del sector, cadena de abastecimiento y autoridades de aplicación, a fin de prevenir y administrar el avance de la pandemia en los sitios mineros, acorde a las medidas dictadas por los organismos nacionales e internacionales.

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El rol clave de la minería en la reconstrucción post-pandemia

No hay actividad productiva que directa o indirectamente no se vea afectada por el freno de emergencia forzado por el Covid-19. La Argentina, por caso, se paralizó el 19 de marzo con el aislamiento preventivo decretado por el Gobierno nacional como respuesta al avance del COVID-19, aunque muchos sectores económicos acarrean una agenda de desafíos pendientes desde antes de la cuarentena, que el nuevo escenario global reafirma e intensifica. Por su parte, la minería suma sus propias particularidades por ser una industria en pleno desarrollo y con gran potencialidad de crecimiento en el país.  MINERÍA, ACTIVIDAD ESENCIAL Días después del inicio de la cuarentena, precisamente el 2 de abril, el presidente Alberto Fernández declaró a la minería actividad  esencial y a partir de ahí algunas compañías comenzaron a operar de manera gradual.  Esto no significó “volver a la normalidad”, sino dar inicio a la búsqueda de la mejor forma de combinar el cuidado de la salud de los trabajadores con la protección de las fuentes laborales y de las economías regionales. En ese sentido, desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) informaron que se encuentran abocados a solucionar “las complicaciones lógicas en la logística, como el transporte y alojamiento del personal debido a las disposiciones de prevención por la salud”.  Pionera en cuestiones de seguridad y tecnología, la minería desarrolló a través de la CAEM un Protocolo de Bioseguridad con los estándares más altos de seguridad de la minería internacional y de la Argentina, y afianzó los aspectos comunitarios a través del trabajo planificado frente a la pandemia. Si bien la creación del Protocolo de Bioseguridad responde a una necesidad por el tema coyuntural de la pandemia, se relaciona y da continuidad a la forma de trabajo habitual en el seno minero nacional. Para llevarlo a cabo, se sumaron a los criterios de los médicos que trabajan en las minas el asesoramiento de FUNCEI y las recomendaciones de la OMS, la OPS, y el Ministerio de Salud de la Nación.  INDUSTRIA MINERA COMO GENERADORA DE DESARROLLO En paralelo, la declaración de la minería como actividad esencial se relaciona con el rol esperado de la industria minera como generadora de desarrollo para el país. Esa visión de hecho había quedado plasmada antes de la pandemia en la agenda productiva nacional. Dos de los objetivos centrales del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación son -y así fueron planteados desde el inicio- el desarrollo de Vaca Muerta para poder generar una exportación adicional de 40.000 millones de dólares anuales para fines del mandato de Alberto Fernández y al mismo tiempo, la potenciación de la industria minera con el fin de sumar otros 12.000 millones de dólares por año en ventas externas.  Con la expansión mundial del Covid-19, el precio del petróleo se derrumbó, mientras que el oro sube y el cobre se recupera con buenas proyecciones. Hacia adelante, la minería metalífera tiene la posibilidad de ser el motor de desarrollo que traccione a la Argentina post pandemia y una de las alternativas más viables para que la reconstrucción productiva pueda llevarse a cabo.  Tres meses después de la declaración de la minería como actividad esencial, la CAEM efectuó la presentación de los resultados de una encuesta que realizó junto con la consultora Poliarquía sobre el impacto del Covid-19 en la industria, que sondeó las opiniones de los asociados a la Cámara y de personas relacionadas al sector, tanto de la minería metalífera, la no-metalífera como los proveedores.  En relación a la situación del sector y del país, un 54% se define en una posición intermedia entre el optimismo y el pesimismo. Para la consultora, se puede interpretar que están “a la expectativa”, lo cual se relaciona con el contexto. “Si uno tuviera que hacer un balance, esa mirada intermedia está expresando que  si pudiéramos resolver tres o cuatro problemas cruciales, podríamos avanzar. En muchos casos, esos problemas exceden  al sector, por ejemplo, lo que pasará con la pandemia, con la situación de la deuda, sobre todo para demostrar confianza y que el país puede mantener un nivel de compromiso; u otros cómo la evolución de la imagen de la minería en las provincia”, enumeró el representante de Poliarquía Ernesto Cussianovicvh.  Para el analista, “en todos los estudios realizados mejoró la imagen de la minería durante los meses de pandemia”. En parte, lo relacionó a las importantes donaciones realizadas por las grandes empresas en conjunto y a que la gente tiene “muchísimo miedo por perder el empleo” y ve en la minería un lugar para poder desarrollarse. “Pensar en la post pandemia implica pensar también en la situación económica del país y en la posibilidad de generar más empleo. Ahí, en esos lugares, en esos espacios, tiene que estar la minería, lo importante es saber cómo se debe ofrecer”, analizó el experto.  El poder de la minería para movilizar la cadena de valor podría ser el mayor valor agregado de la industria al crecimiento de cada región del país. Hoy, es el sexto complejo exportar y casi el 80% de los productos y servicios que necesita la industria minera para su desarrollo se compran o se contratan a empresas  la Argentina. Si se considera que todavía la minería tiene mucho más para crecer, tiene todo para posicionarse como un actor importante para levantar el país en la post-pandemia: además de ser la proveedora de todas las materias primas de base para la vida cotidiana y para todas las otras actividades, puede ser la fuente de desarrollo productivo federal, empleo y recursos para el país.

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La minería y el desarrollo de energías limpias en tiempos de COVID-19

Los minerales han desempeñado un papel fundamental en el surgimiento de muchas de las tecnologías de energía renovable que se usan actualmente, desde turbinas eólicas y paneles solares hasta vehículos eléctricos. Antes de la propagación del Covid-19, y motivados por las adversas afectaciones en el medio ambiente y en la salud de las personas causadas por el cambio climático, muchos países –entre ellos la Argentina- se comprometieron a reducir las emisiones de gases de CO2 al promover la transición completa de fuentes energéticas de origen fósil a limpias y renovables para 2050. Ese impulso movilizó ampliamente la producción de los minerales que tomaron protagonismo como las materias primas estratégicas que van a garantizar que se pueda consolidar esa evolución.  Las tecnologías de energía renovable generalmente requieren más minerales que las contrapartes basadas en combustibles fósiles. Un automóvil eléctrico usa cinco veces más minerales que un automóvil convencional y una planta eólica en tierra requiere ocho veces más minerales que una planta a gas de la misma capacidad. Incluso en tecnologías basadas en combustibles fósiles, lograr una mayor eficiencia y menores emisiones depende del uso extensivo de minerales. Por ejemplo, las centrales eléctricas de carbón más eficientes requieren mucho más níquel que las menos eficientes para permitir temperaturas de combustión más altas. A medida que aumenta el despliegue de tecnologías de energía limpia, la demanda de los minerales específicos que se requieren como materias primas también se amplía significativamente. En algunos casos, las transiciones de energía ya son la principal fuerza impulsora para el crecimiento de la demanda. Desde 2015, el transporte eléctrico y el almacenamiento en red se han convertido rápidamente en los mayores consumidores de litio, y en conjunto representan el 35% de la demanda total actual.  PERO LLEGÓ LA PANDEMIA Si bien el objetivo de la transición energética sigue plantado con firmeza, es posible que algunos índices alteren los planes y se deban ajustar las previsiones, para bien o para mal.  El freno de emergencia forzado por el coronavirus traza un escenario muy sombrío para la industria del oil & gas, que empezó con el desplome del precio del barril del petróleo por el exceso de oferta. Sin producción y sin transportes sobre todo, la demanda de combustibles bajó abruptamente golpeando de lleno a la industria de los fósiles y a toda la cadena de valor asociada. A primera vista, un petróleo con un precio bajo podría empañar la posibilidad de despegue para el segmento de las energías renovables que siguen siendo más costosas en comparación. Pero esto cambia si se evalúan otras perspectivas.  Por caso, un informe de la consultora estadounidense Arthur Little, especializada en el negocio del oil & gas publicó a mediados de abril un informe que indica que “la crisis afectará severamente a la industria petrolera, acelerando su transición a las energías renovables, que ya está en marcha” y señala que en consecuencia habrá un mayor atractivo para invertir en energías verdes, en detrimento de la industria hidrocarburífera.  “Con los precios altos del barril de petróleo, resultada atractivo invertir en proyectos de exploración y producción. Pero ahora tienen rendimientos más bajos y mayor incertidumbre que antes. En cambio, las energías renovables tienen menores riesgos técnicos y, luego de esta crisis, tasas de retorno más altas que el petróleo”, indica el informe.    Por lo tanto, a la sólida motivación de paliar los efectos del cambio climático se suma para la post-pandemia la conveniencia económica de desarrollar energías renovables. Ese creciente despliegue se configura para aumentar la demanda de los minerales que estratégicamente se requieren para la fabricación de estas tecnologías.  En este sentido, la Agencia Internacional de Energía (IEA, según sus siglas en inglés), advierte que el progreso de la energía limpia después de la crisis desatada tras el Covid19 dependerá de la disponibilidad de esos minerales.  El litio, el cobalto y el níquel dan a las baterías un mayor rendimiento de carga y una mayor densidad de energía. El cobre es esencial para el uso creciente de la electricidad en los sistemas de energía gracias a su capacidad inigualable para conducir corrientes eléctricas. También lo es la plata por sus propiedades únicas: es un elemento ideal para muchos usos industriales y aplicaciones eléctricas ya que es el metalífero que tiene mayor conductividad termal y eléctrica, es maleable y dúctil, y es resistente a la corrosión y a la oxidación. Por último, para completar con algunos ejemplos, toman relevancia en el desarrollo de la energía renovable los elementos de tierras raras, como el neodimio, que son potentes imanes vitales para las turbinas eólicas y los vehículos eléctricos. De todo esto, ¿qué se puede desarrollar en el país? Por caso, la Argentina es uno de los pocos países del mundo en donde se produce litio, de hecho el país forma parte del llamado “Triángulo de litio” junto con Bolivia y Chile, por concentrar el único centro mundial de reservas de litio en salmuera. Si bien actualmente el gran productor es Australia -en ese país se obtiene litio de rocas-, el mayor potencial productivo está concentrado en los tres países latinoamericanos mencionados.   Con respecto al cobre, la Argentina ingresó al club de los productores en 1997 con Bajo de la Alumbrera, en Catamarca, y logra posicionarse con un solo yacimiento en el puesto 14 a nivel mundial entre los productores de cobre. Esta mina está en proceso de cierre; en tanto se prevé que en los próximos tres años se inicie la producción de otras minas de similar envergadura en San Juan, Salta y Catamarca.    En tanto, uno de los primeros metales que se produjeron en el país fue la plata. Y se siguen produciendo en importantes yacimientos en la zona de la Puna, que abarca una gran porción del noroeste del territorio, y también, como producto secundario en grandes minas de oro de San Juan y Santa Cruz.  En cuanto al potencial, aún queda por desarrollar en la provincia de Chubut una de los yacimientos de plata más importantes del mundo.

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En Puerto Deseado la minería logró bajar la desocupación del 16% al 9%

En Puerto Deseado no hay indigencia y la desocupación se ha desacelerado en los últimos tres años, según un informe realizado por una consultora privada. El intendente Gustavo González dijo que Cerro Moro demanda mano de obra de manera permanente y que la minería genera un movimiento favorable para el desarrollo de la comunidad. Tres años atrás, el intendente decía que uno de los problemas de mayor peso a resolver era la desocupación, sobre todo entre los jóvenes, que afectaba al 16% de la Población Económicamente Activa (PEA).“En los últimos años se ha replanteado el horizonte productivo de Puerto Deseado, no sólo con la pesca, sino con la reactivación del puerto, además de la minería”, subrayó el jefe comunal y celebró que la minería sea uno de los sectores productivos que permanentemente demanda mano de obra. “Todos estos años se ha trabajado en la capacitación de los jóvenes santacruceños en una labor sostenida entre la municipalidad, Yamana Gold, AOMA Santa Cruz y el Gobierno Provincial”, destacó el jefe comunal. Precisó que accedió a un informe realizado por una consultora que se abocó a estudiar el mercado laboral de Puerto Deseado. En ese sentido, el proyecto productivo ubicado en cercanía a Puerto Deseado se ha convertido en un pilar fundamental. De hecho, el yacimiento de oro y plata santacruceño permitió a Yamana Gold reorientar sus guías productivas en diferentes ocasiones.Desde la Municipalidad de Puerto Deseado aseguraron que quedan desafíos por delante para debatir ante la compañía, pero indicaron que el éxito productivo se traduce en aquella comunidad con la demanda de mano de obra.“Cerro Moro produjo 26.568 onzas de oro y 1.584.904 onzas de plata durante el último trimestre de 2019”, señaló la compañía en su último informe. Además, precisó que «se espera que el desarrollo, que se retrasó en el trimestre, mejore a lo largo de este año. La producción de plata excedió el plan», y explicaron que la contribución de la plata al rendimiento se vio afectada por el precio del oro. Fuente / Noticias Mineras

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WiM Encuentro Internacional Online

Women in Mining (WiM) organizó el miércoles 8 de julio un encuentro de mujeres mineras del que participaron alrededor de 300 personas de distintas partes del mundo. Luego de la presentación realizada recientemente, tuvo lugar este encuentro con el objetivo de compartir el plan de acción de las distintas organizaciones de trabajadoras mineras en la región iberoamericana. Este fue el primero de una serie de eventos orientados a articular las políticas de esta entidad internacional que profundiza su participación en la industria minera. Estuvieron presentes: WiM Argentina, WiM Bolivia, WiM Brasil, WiM Colombia, WiM Ecuador, WiM México, WiM Perú y WiM España. El encuentro fue presidido por Bárbara Dischinger, fundadora de International Women in Mining, y Gladys Smith, responsable de IWiM en Iberoamérica, quienes ahondaron en los objetivos fundacionales de IWiM, entidad fundada para “representar a todas las mujeres que participan en la minería y fomentar la conexión entre las distintas organizaciones existentes”.  “Una de las razones por las que organizamos esta reunión virtual es para darle las gracias a todos los grupos WiM por el gran trabajo que están haciendo para cambiar el papel de la mujer en la industria”, señaló Gladys Smith, y recalcó que todavía existe un largo camino por recorrer, especialmente en lo respectivo al acceso laboral y el ámbito educativo, donde aún es necesario impulsar la participación de más jóvenes en carreras relacionadas directa e indirectamente con la actividad.En esta línea, el encuentro concluyó con la necesidad de establecer una agenda global que permita dar servicio y asistencia a las mujeres mineras haciendo uso de esta nueva voz colectiva y “participando en la generación de políticas y prácticas más plurales”.  Si querés ser miembro de WIM Argentina completá tu solicitud acá: https://wimargentina.com.ar/?page_id=115

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