Según CAPMIN se podrían generar 60.000 empleos en pocos años.

El gasoducto Néstor Kirchner acaparó la atención por los beneficios que puede aportar en términos de energía y productividad para el país. En este contexto, la CAPMIN ha descubierto que su inversión y contratación son comparables a la de los proyectos cupríferos, con la posibilidad de generar hasta 60.000 empleos en proyectos en desarrollo.

La Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN) llevó a cabo un estudio del documento realizado por la UBA que analiza el impacto de las inversiones del gasoducto Néstor Kirchner en las localidades, la generación de empleo directo e indirecto y la proyección del consumo de los hogares en toda la cadena de valor. 

CAPMIN encontró similitudes entre la obra impulsada por el gobierno y la construcción de una mina de cobre: los niveles de inversión en bienes de capital e insumos, el movimiento de suelos, la contratación de personal de construcción, transporte, hotelería, catering y otras industrias en común.

Según el estudio, la obra del gasoducto generó más de 40.000 empleos (entre directos e indirectos). El monto de inversión en sus 5 etapas fué de USD $2.452 millones, una cifra que se asemeja a la inversión necesaria de los proyectos cupríferos.

Matías Baglietto, integrante de CAPMIN, comenta que desde la entidad que nuclea a los proveedores tomaron los análisis y coeficientes más conservadores del documento de la UBA y los aplicaron a la minería. En este caso serían de 1.8 por cada empleo directo y 0.7 inducido, que es el consumo en lugares de interés. 

Con esos valores, se cargaron los datos de los 6 proyectos de cobre más desarrollados del país: Josemaría, Pachón, Mara, Taca Taca, Los Azules y Altar.   

El resultado: entre empleos directos e indirectos, los proyectos de cobre pueden generar  60.000 empleos  A su vez, Baglietto destaca que si estos coeficientes se trasladan a los proyectos de Litio, la cifra estaría en 30.000 empleos. Los valores potenciales en materia de generación de empleo son alentadoras para promover el desarrollo de la minería en Argentina.

Al tratarse de inversiones privadas, a diferencia de la del Gasoducto, Baglietto señala la importancia de contar con ciertos parámetros para que se desarrollen las inversiones. 

En efecto, para poder avanzar se necesita de una política minera activa y sostenida en el tiempo, acompañada de reglas y condiciones estables en materia impositiva que garanticen previsibilidad.

Este tipo de estudios, son de gran relevancia y nos muestran el potencial que la industria tiene para nuestro país, no solo en términos de inversiones y exportaciones, sino también en la generación de empleo genuino y en el desarrollo de PyMEs, y proveedores. 

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